Dos comentarios
Ya he dicho varias veces que si la negociación y el diálogo nos llevan al fin de ETA, pues bienvenidos sean. Porque, en todo caso, lo que se pueda ceder no es algo en lo que yo crea. Ahora bien, si se hace, quienes estén en ello han de tener mínimamente claro qué es lo que se quiere o hasta dónde se está dispuesto a llegar. El amigo Hobsbawm comentaba en Entrevista sobre el siglo XXI sus preocupaciones sobre la verión "blairiana" de la izquierda moderna porque Blair, más que ningún otro dirigente político, había aceptado la lógica de la investigaciones de mercado. Y el otro día, Jordi Barbeta en La Vanguardia comentaba que Blair y Zapatero vivían siempre pendientes de las encuestas y palabras repetidas como diálogo no son casuales sino causales -por la acogida o no de la opinión pública-. No es sólo la deriva socioliberal debidamente elogiada por The Economist como en su tiempo lo fue la tercera vía, sino que los parecidos entre ambos son cada vez mayores. Y, dejando a un lado todas la implicaciones generales que pueda tener este nuevo modelo desideologizado de izquierda -sólo confirmar lo que todos sabiamos, que lo del sociatismo y demás, no es izquierda sino izquierda estética-, lo que temo es hasta qué punto se está actuando así respecto a ETA. Hasta qué punto se va en una dirección u otra dependiendo de los gustos del consumidor, más teniendo en cuenta que el pepé por su parte, también intentará, como en las manifestaciones de/con la AVT y demás organizaciones afines o antizetapé, vender su producto a ese consumidor. Porque si no se tienen las cosas claras, o más bien, si no se pueden tener las cosas claras, si todo va dependiendo de cómo sople el viento, es muy difícil que el diálogo, la negociación o lo que sea salgan bien. Y entonces casi mejor no haber empezado. Quicir, el diálogo y la negociación pueden ser unos instrumentos para terminar con ETA, pero jugar al diálogo y la negociación, no. Eso sí, si se mantiene toda la apariencia puede serle útil al soe en las próximas elecciones. Pero otro caso como el de Barajas no creo que lo aguanten.
"Ya saben ustedes cuál es la situación política; de la política, por llamarla de alguna forma, institucionalizada. Se puede resumir en un chascarrillo: mi partido, que malgobierna desde hace treinta años, ha tenido ahora la revelación de que se malgobernaría mejor en compañía del Partido Revolucionario Internacional; y sobre todo si en aquella butaca -señaló la suya detrás de la mesa- viniese a sentarse el señor Amar. La visión del señor Amar que desde aquella butaca ordena disparar sobre los obreros en huelga, sobre los campesionos que piden agua, sobre los estudiantes que piden no estudiar: como mi predecesor que en paz descanse, y aún mejor; esta visión, tengo que confesarlo, también a mí me seduce." (Leonardo Sciascia, El Contexto)
Quien hace el discurso es el Ministro del Interior -lógicamente, la butaca es la de su ministerio-. Su partido es la Democracia Cristiana que gobernó largos años en Italia con apoyos tanto del PSI como, en los 70, del PCI; y que en los 90 despareció junto con otros partidos enmedio de escándalos de corruptelas y trinques. El Partido Revolucionario Internacional es un eufemismo del PCI -Amar es el líder del partido. Y, salvando las distancias cronológicas y geográficas, este fragmento de Sciascia viene bien ante la pregunta de: ¿por qué los principales partidos del Tripartit cedieron una conselleria importante como la de Interior a ICV-EU? Evidentemente, con las distancias, Saura no necesitará dispararar porque no es tiempo de estas cosas. Pero, ¿cómo no pensar en este fragmento de Sciascia cuando se encarga de desalojar okupas y reprimir a los grupúsculos antisistema? El PSC y ERC han sufrido un gran desgaste por exceso de protagonismo negativo e ICV-EU se ha beneficiado de ello. Ahora los primeros callan -Montilla porque es un robot-tecnócrata soso e inexpresivo y a Carod le habrán puesto el bozal- mientras que Saura se va llevando todos los palos de la nueva legislatura. ICV es más izquierda estética, rollo más alternativo, biopijo y con florecillas -el socio minoritario EU, cuyo principal partido es el PCC, es marxista-leninista y su líder, Miralles, realiza grandes cosas como ir a manifestaciones a favor de Castro y discutir sobre la ideología de Superman. Y con este débil andamiaje ideológico, sólo hay que dejarlos solitos. La mujer de Saura declaró sentirse más próxima a los okupas que a los propietarios, mientras su marido reparte a los okupas y el matrimonio es propietario de grandes chalets de descanso. No contenta con esto, se declara "antisistema", mientras vive del Sistema por medio de la política institucional municipal y está perfectamente metida en él. Vamos, que lo próximo es ver a socios del Barça declararse anticulés. En resumen, que el PSC y ERC calcularon bien la jugada de la conselleria de Interior y en las próximas elecciones, dudo que vuelva a haber un escape de votos hacia ICV-EU.
"Ya saben ustedes cuál es la situación política; de la política, por llamarla de alguna forma, institucionalizada. Se puede resumir en un chascarrillo: mi partido, que malgobierna desde hace treinta años, ha tenido ahora la revelación de que se malgobernaría mejor en compañía del Partido Revolucionario Internacional; y sobre todo si en aquella butaca -señaló la suya detrás de la mesa- viniese a sentarse el señor Amar. La visión del señor Amar que desde aquella butaca ordena disparar sobre los obreros en huelga, sobre los campesionos que piden agua, sobre los estudiantes que piden no estudiar: como mi predecesor que en paz descanse, y aún mejor; esta visión, tengo que confesarlo, también a mí me seduce." (Leonardo Sciascia, El Contexto)
Quien hace el discurso es el Ministro del Interior -lógicamente, la butaca es la de su ministerio-. Su partido es la Democracia Cristiana que gobernó largos años en Italia con apoyos tanto del PSI como, en los 70, del PCI; y que en los 90 despareció junto con otros partidos enmedio de escándalos de corruptelas y trinques. El Partido Revolucionario Internacional es un eufemismo del PCI -Amar es el líder del partido. Y, salvando las distancias cronológicas y geográficas, este fragmento de Sciascia viene bien ante la pregunta de: ¿por qué los principales partidos del Tripartit cedieron una conselleria importante como la de Interior a ICV-EU? Evidentemente, con las distancias, Saura no necesitará dispararar porque no es tiempo de estas cosas. Pero, ¿cómo no pensar en este fragmento de Sciascia cuando se encarga de desalojar okupas y reprimir a los grupúsculos antisistema? El PSC y ERC han sufrido un gran desgaste por exceso de protagonismo negativo e ICV-EU se ha beneficiado de ello. Ahora los primeros callan -Montilla porque es un robot-tecnócrata soso e inexpresivo y a Carod le habrán puesto el bozal- mientras que Saura se va llevando todos los palos de la nueva legislatura. ICV es más izquierda estética, rollo más alternativo, biopijo y con florecillas -el socio minoritario EU, cuyo principal partido es el PCC, es marxista-leninista y su líder, Miralles, realiza grandes cosas como ir a manifestaciones a favor de Castro y discutir sobre la ideología de Superman. Y con este débil andamiaje ideológico, sólo hay que dejarlos solitos. La mujer de Saura declaró sentirse más próxima a los okupas que a los propietarios, mientras su marido reparte a los okupas y el matrimonio es propietario de grandes chalets de descanso. No contenta con esto, se declara "antisistema", mientras vive del Sistema por medio de la política institucional municipal y está perfectamente metida en él. Vamos, que lo próximo es ver a socios del Barça declararse anticulés. En resumen, que el PSC y ERC calcularon bien la jugada de la conselleria de Interior y en las próximas elecciones, dudo que vuelva a haber un escape de votos hacia ICV-EU.